viernes, 28 de septiembre de 2012

UN DIA EN MADRID-JUNIO 2012


Esperamos todo el año para hacer una de estas salidas, en las que aprender parece un plan más atractivo, y es que salir de la rutina para dar una vuelta por Madrid es de agradecer, aunque sea el último día del curso.
En un principio esta salida era económica, por tanto adecuada para los que cursan humanidades, pero una de las cosas más importantes que hemos aprendido este año es que la situación económica nos incumbe a todos, seas de letras o de ciencias, y al final estudiantes de ambas naturalezas acudimos a la salida.
Nuestra primera parada en Madrid fue “el Senado”, es la Cámara Alta de las Cortes Generales y un Órgano Constitucional que representa al pueblo español. Conocimos El nuevo Hemiciclo, constituido por 266 miembros. También visitamos el salón de plenos oficial y la maravillosa biblioteca de estilo inglés con la que cuentan.
El siguiente destino era “El Prado”, que no se amoldaba mucho con nuestras visitas institucionales pero nos ayudó a ocupar el tiempo de la mañana hasta nuestra siguiente cita. En el museo vimos cuadros de Rubens, Velázquez, Sorolla y Goya, y gracias a las profesoras conocimos su historia y simbolismo.
En Madrid hay miles de sitios donde comer: bares, restaurantes, tabernas, mercados...Pero nosotros nos decantamos por un “picnic” en “El Retiro”, a la sombra de los árboles. Lo recomendamos.
Después de la comida nos dirigimos al “Congreso de los Diputados”. Antes de entrar te cachean, te registran el bolso y retiran todos los elementos electrónicos que tienes. Luego te conducen a el Hemiciclo y tomas asiento en la tribuna de invitados. Entonces, asistimos a un pleno. En la televisión se suelen retransmitir partes de estos plenos importantes, pero siempre se siente curiosidad cuando se va a estos sitios en persona. Te preguntas qué es lo que se debatirá y como funciona, pero la verdad es que fue decepcionante. Su dinámica consiste en que una persona sube a la tribuna a soltar un discurso mientras el resto habla, o por lo menos la mayoría. Desde nuestros asientos pudimos observar a gente twitteando, cargando el iphone, moviéndose de asiento en asiento, aunque suponemos que es por costumbre. Ciertamente, algunos estaban trabajando o escuchando a la persona que hablaba, pero que cuando terminaba el diputado de hablar en la tribuna sólo aplaudían los integrantes de su partido.

La salida cumplió con su cometido, aprender. Fue muy instructiva.


Cristina García Zarzosa.
Nerea Martín Pavón